La PLATAFORMA EN DEFENSA DE LA SANIDAD PÚBLICA

MANIFIESTA una vez más su alarma y honda preocupación por el rumbo que la asistencia sanitaria toma en nuestra ciudad, avocándola a un deterioro progresivo que impedirá a corto plazo el cumplimiento de sus funciones.

Como ha quedado claramente demostrado, ahora incluso judicialmente, el tristemente famoso Caso Leganés, además de desprestigiar la Sanidad Pública, fue una cortina de humo para sustraer al conocimiento y debate la forma de gestión de los tan cacareados ocho hospitales de nueva construcción, ocultando su entrega a manos privadas y el compromiso para el pago de un canon durante décadas que condicionará la planificación sanitaria en nuestra comunidad, incluso cuando el PP no gobierne ya la región.

Afortunadamente, la resistencia de los trabajadores del Severo Ochoa y el apoyo y movilización ciudadanos de Leganés han impedido un mayor daño y el desmantelamiento de su Sanidad Pública.
La realidad que percibimos los ciudadanos es muy diferente de la que quieren trasmitirnos desde sus medios de comunicación; la realidad es que los mínimos aumentos de plantillas en Atención Primaria no alcanzan siquiera a mantener el nivel de asistencia previos al incrementarse mucho más la población que los efectivos destinados a atenderla.

Lo que parecía imposible es ya una realidad cotidiana: listas de espera para ser asistidos en Atención Primaria; mayores aún si se trata de Pediatría. La imposibilidad de garantizar la asistencia pediátrica por pediatras titulados…nada parecido al cumplimiento de una reivindicación tan justa como los 10 minutos por paciente en Primaria. A cambio de ello, consultas masificadas y con listas de espera.
Tampoco se han cumplido las promesas de creación de centros de salud para la población de los nuevos barrios de la ciudad ya consolidados, como Arroyo Culebro, donde sus ya más de 6.000 vecinos empadronados aún tienen que caminar 40 minutos de media para recibir atención en un centro compartido y ya de por sí colapsado.

En lo referente a la Atención Especializada, la labor represiva llevada a cabo en nuestro Hospital ha descabezado servicios de funcionamiento intachable y ha desmantelado la Urgencia que, en manos de personal poco motivado y menos dirigido, ha conseguido empeorar la asistencia a pesar de contar con más medios que antes y la mitad de la población para atender.
Diga lo que diga la propaganda de doña Esperanza, las listas de espera para consulta en especializada o para la realización de pruebas diagnósticas no se acortan. Los ciudadanos saben lo que es ir a pedir cita para un especialista.

Nada queda de las promesas de atención de cuidados paliativos; el reiterado incumplimiento del Plan de Paliativos de la Comunidad, elaborado a toda prisa para ocultar la realidad de su inexistencia, sigue sin dotar la unidad hospitalaria y sin determinar siquiera si se creará en Fuenlabrada o en Leganés. La creación de una unidad de apoyo domiciliario sin dotación adecuada de personal no cumple ni por asomo las necesidades reales de nuestra población y hace recaer la asistencia de pacientes terminales en la Atención Primaria completamente desbordada. De este modo, los cuidados que requieren las personas en situación terminal, pasan a manos privadas, a cargo del Instituto San José, o son condenadas a trasladarse a muchos kilómetros de su domicilio y sus familias.

No escapa la atención de la Salud Mental a los desmanes de la Comunidad: cambios injustificables en la cadena de mando, imposiciones reiteradas, ausencia de definición siquiera de su vinculación con el resto de la Atención Especializada, privatización de parcelas de asistencia…nada que haga presagiar otra cosa que el mantenimiento de la Salud Mental en un gueto separado del resto de la asistencia. Algo debe querer decir en ese sentido el completo olvido de la atención a la Salud Mental en los nuevos hospitales.

La apertura de esos hospitales sólo asegura los beneficios privados y no que nos merecemos pues empeorará más aún los medios con que cuentan los ya existentes. Casi 270.000 euros de reducción del Plan de necesidades de 2007 en el Severo Ochoa, hacen que el de 2008, también recortado, tenga que emplearse en pagar las compras comprometidas del pasado ejercicio. Estos datos no son sospechas sino realidad que se encargan de ocultar nuestros gerentes sanitarios para no irritar a la mano que les nombra…y puede cesarles.

Sabemos que será imposible cubrir los puestos que dejen vacantes quienes se incorporen a los nuevos hospitales como único medio de librarse de los contratos basura a que les tiene sometidos la política de doña Esperanza. Ni hay personal cualificado suficiente ni voluntad política de reemplazarlos. La única salida posible es el recorte de prestaciones o la multiplicación de las listas de espera.

Pero deben saber Esperanza Aguirre y su gobierno que el Movimiento Vecinal y los Sanitarios de Leganés no vamos a permitir ni un solo recorte asistencial ni el engaño a nuestros vecinos con falsas promesas y crudas realidades. Estamos atentos e informados para denunciar y combatir los intentos de acabar con la Sanidad Pública que defendemos y defenderemos como la única capaz de asegurar la universalidad, equidad y calidad de la atención sanitaria frente al sistema privado basado en el beneficio fácil y la apropiación de recursos Públicos.

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