MODELOS DE GESTIÓN SANITARIA EN LA COMUNIDAD DE MADRID

El modelo sanitario norteamericano, con 26.000 hospitales privados y una escasa atención BENÉFICA a quien no tiene seguro, es un modelo que con el avance neoliberal de los años 50 (Tatcher y Reagan) ha ido desarrollándose en otros Estados, incluyendo los países de la UE .

Este modelo mantiene a 45 millones de personas - de las cuales 9 millones son niños - sin protección sanitaria y posee los indicadores de salud más bajos de entre todas las naciones industrializadas. Su ejemplo, como el de otros países que han seguido el mismo camino, desmiente también el mito de la "eficacia" del sector privado. Aunque el presupuesto que el gobierno norteamericano dedica a la Sanidad alcanza el 16% de su PIB, frente al 7,2% que es la media de la Unión Europea, los beneficiarios de esta enorme inversión son únicamente los propietarios de las grandes compañías privadas de la sanidad y la industria farmacéutica. Para estas empresas la enfermedad constituye un suculento negocio.

Sin embargo, cuando ya muchos han experimentado su fracaso, llega, como nuevo modelo, casi modernizador, de muchas de nuestras Comunidades Autónomas.

EL NUEVO CONCIERTO CON CAPIO

La Consejería de Sanidad y la multinacional estadounidense Capio pactaron en secreto en diciembre de 2006 un acuerdo, en forma de concierto sanitario, que supone la mayor privatización en la gestión de la sanidad pública de la historia de la Comunidad de Madrid.
El pacto tiene 10 años de vigencia y transfiere a Capio la atención hospitalaria de más de 400.000 habitantes de la capital en la Fundación Jiménez Díaz. Hasta la firma del nuevo concierto, este centro privado atendía una población de unas 200.000 personas en apoyo de dos grandes hospitales públicos: el Clínico y el 12 de Octubre.
El nuevo concierto también permite a Capio hacerse cargo de dos grandes ambulatorios de la capital, Pontones y Quintana, y asumir las pruebas diagnósticas -análisis de sangre, radiografías...- que Sanidad viene realizando con recursos públicos

LA DESAPARICIÓN DE LOS ORGANISMOS DE SALUD PÚBLICA

La Consejería de Sanidad ha dado un paso más en el deterioro de la sanidad pública madrileña , en su avance privatizador, suprimiendo de un plumazo la Dirección General de Salud Pública y Alimentación y el Instituto de Salud Pública El objetivo fundamental de la Salud Pública es proteger la salud de lapoblación en su conjunto anticipándose a la aparición de la enfermedad.

Actividades tan fundamentales como las relacionadas con garantizar la potabilidad de las aguas, la seguridad alimentaria, los calendarios vacunales, la vigilancia y control de las epidemias, la vigilancia de los efectos de la contaminación, la vigilancia de la salud de los trabajadores y trabajadoras, o sensibilizar a la población acerca de losriesgos para la salud, son, entre otras, competencias de Salud Pública.A partir de ahora estas competencias quedarán fragmentadas y se perderá la necesaria coordinación en materias tan vitales.


MEDIDAS A ADOPTAR ANTE UN FUTURO DE PRIVATIZACIÓN

Pero atención, Hay que advertir que lo peor de todo, es que LA LEY DE ACOMPAÑAMIENTO DE LOS PRESUPUESTOS 2008 PERMITE LA PRIVATIZACIÓN DE TODA LA RED SANITARIA PÚBLICA, incluyendo los CENTROS DE ATENCIÓN PRIMARIA.


Frente a la red pública de sanidad, que debe tener como propósito la búsqueda de la mejora de la salud general de la población, la gestión empresarial de la salud implica la introducción de los criterios propios del mercado como pieza esencial del sistema.

La gestión privada de la sanidad conlleva necesariamente la supeditación de un servicio básico a la obtención de beneficios por parte de los hospitales y otros centros privados.

En muchas ocasiones, estos beneficios se obtienen mediante una disminución de los costes- reduciendo plantillas o imponiendo condiciones laborales cada vez más precarias -que afectan directamente a la calidad de la atención sanitaria, ya sin más controles que los estipulados por las propias empresas .

Los grandes perdedores de estos cambios que se avecinan serán los ciudadanos, porque la calidad de los servicios sanitarios empeorará, y porque los modelos privatizados tienen unos costes muy superiores.

Los ciudadanos se verán obligados a pagar para poder utilizar los centros asistenciales y, a la postre, una parte de la población, la más pobre y la más enferma, se verá excluida de los sistemas sanitarios, hasta conseguir que el derecho a la protección de la salud deje de ser un derecho de todos los ciudadanos y pase a ser un privilegio para aquellos que puedan pagársela, dejando para los demás un modelo similar a la antigua beneficiencia (como en los EEUU).

No parece lejano, que si no defendemos nuestro Sistema Público, terminemos pagando, quien pueda, un SEGURO MÉDICO, como única manera de poder ser atendidos, pero la esperanza permanece si defendemos nuestros derechos porque OTRA SANIDAD ES POSIBLE y en nuestro caso mejorando el sistema nacional público.

La única manera de revertir el proceso de privatización en curso consiste en articular una amplia resistencia ciudadana, que agrupe a los usuarios y a los trabajadores de la sanidad, y que sea capaz de reivindicar sin concesiones UNA SANIDAD 100% PÚBLICA, verdaderamente universal y de calidad.

Sólo impidiendo que la ley de la oferta y la demanda se imponga en el sistema sanitario, se podrá garantizar la consecución de un derecho básico, que jamás podrán proveer quienes se lucran con el sufrimiento humano.

NO PODEMOS PERMITIR QUE LA SANIDAD PÚBLICA SE CONVIERTA EN UN NEGOCIO EN EL QUE UNOS POCOS SE BENEFICIEN A COSTA DE LA SALUD DE TODOS.

Fuente: Evolución de la Sanidad Madrileña-UGT

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