Francia. Contra la muerte del hospital público: el llamamiento de los 25

Le Nouvel Observateur publica un comunicado firmado por 25 profesores de hospitales públicos que denuncian el proyecto de reforma de Roselyne Bachelot cuya palabra clave, según su opinión, «ya no es salud sino rentabilidad”.


La gran reforma que llevó a cabo el profesor Robert Debré en 1958 estaba destinada a lograr que la medicina francesa se convirtiera en “la mejor del mundo” a la vuelta de 30 años.Cincuenta años después, ¿va a votar el Parlamento la ley “Bachelot”, que supone la desaparición de la medicina hospitalaria en beneficio de la medicina de mercado?
La palabra clave ya no es salud sino rentabilidad.
La preocupación principal ya no es la enfermedad sino la cuenta de explotación del hospital.
Y las primeras víctimas van a ser los pacientes y los cuidadores.


La ley da prioridad a la empresa sobre el hospital. Entrega todo el poder al director del hospital, que es nombrado y revocado por el Director de la Agencia Regional de Sanidad que, a su vez, es nombrado y cesado por el Consejo de Ministros. El director podrá no tener ninguna competencia en materia sanitaria o médica. En consecuencia, paralizará el proyecto médico del hospital. También nombrará y cesará a los médicos responsables de las estructuras de cuidados (departamentos, servicios,….) ¿Con qué criterios?


La fijación de tarifas por acto médico es similar en los sectores público y privado – ¡como si las patologías y la continuidad de los cuidados fueran comparables! El pensamiento mercantilista que prevalece en la ley reduce la calidad a la cantidad, el enfermo al coste de su enfermedad.
En paralelo, se está planificando una eliminación masiva e injustificada de puestos de trabajo de enfermería y cuidadores.
Está claro que hay que reformar el hospital público. Pero no así.
Hay que modificar la organización hospitalaria para redistribuir de manera equilibrada las estructuras de cuidados y las especialidades, teniendo en cuenta su nivel técnico y la accesibilidad a las urgencias; organizar la continuidad de los cuidados según la evolución de los pacientes.Hay que reflexionar sobre las nuevas funciones de la medicina; tener en cuenta la necesaria pluriespecialidad; reconocer y valorar la actuación de la enfermería y del personal paramédico (psicólogos, dietistas, logopedas, etc.); promover la prevención, el despistaje de enfermedades, la educación terapeútica.

Hay que implicar a todas las unidades de cuidados hospitalarios en actividades de investigación organizada y ligar las recomendaciones clínicas con un proyecto médico que no se base en la rentabilidad sino, en primer lugar, en las necesidades de la población, en la previsible evolución de los problemas de la sanidad pública, en el progreso de los conocimientos y las tecnologías. Es necesario que se habilite una financiación específica para el hospital que considere la innovación, la gravedad de las patologías, la precariedad, la discapacidad.

Todos los médicos y el personal del hospital están dispuestos a apoyar esta tarea, fuente de progreso y solidaridad. Pero no apoyarán esta ley injusta y destructiva.Seamos claros. Si no se modifica la ley, se aplicará sin nuestro apoyo, el de los médicos y cirujanos de la Asistencia Pública – Hospitales de Paris. Mañana saldrán a la calle codo a codo y por primera vez, enfermeros, gestores de hospital y de administración, médicos,....

Lo que demuestra que ha cambiado la mentalidad, que se ha conseguido la unidad en aras de conseguir suprimir las medidas relacionadas con el hospital de la ley “Bachelot” y, por último, para que se abra un debate a la altura de las circunstancias: todavía estamos a tiempo; es urgente que organicemos el Estado General del hospital público.

Los 25 firmantes

http://misaludnoesunnegocio.net/actualidad.php
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