24 de Mayo: Día Internacional de las Mujeres por la Paz y el Desarme

El 24 de mayo, Día Internacional de las Mujeres por la Paz y el Desarme, nos trae a la memoria los esfuerzos que emplean numerosísimas personas por construir un mundo mejor a éste



Nuestro calendario se llena de fechas que merece la pena recordar, muchas de ellas son festivas y nos regalan días de descanso.

Hay otros días que lo que hacen es recordarnos los esfuerzos de muchas personas por alcanzar objetivos beneficiosos para la humanidad y lo mucho que queda todavía por hacer.

Hoy, 24 de mayo, es uno de esos días en los que no es posible parar para celebrar nada. Si acaso que, pese a los esfuerzos de algunos gobiernos y grupos de presión por mantener un mundo en constante estallido, agresión y desencuentro, hay muchas personas que dedican todas sus energías diarias a contribuir al desarrollo en paz.



Es el Día Internacional de las Mujeres por la Paz y el Desarme porque nos trae a la memoria los esfuerzos de numerosísimas mujeres por construir un mundo en paz. Conmemora las luchas protagonizadas por las mujeres británicas que en 1982 se opusieron, de forma no violenta, a la OTAN y su decisión de entrar en la carrera de armamentos, montando un campamento que duró varios años para recordar con su presencia que otro mundo es posible.



También nos sirve de recordatorio de todas las mujeres que, individualmente y en grupo, a lo largo de la historia y actualmente están trabajando en favor de la paz. Deberíamos contemplar los empeños por alcanzar la paz y el desarme como un movimiento que nos sacude de nuestra apatía. Pensamos que las guerras están muy lejos, no nos tocan y tampoco tocan a las personas que queremos.



Y, sin embargo, existen pequeñas guerras constantemente a nuestro alrededor, cuyos efectos son igualmente o más desastrosos y el sufrimiento humano no es menor.



Pero, al igual que casi nos hemos acostumbrado a convivir con las imágenes distantes de las guerras, hemos aprendido a cerrar nuestros sentidos a otras imágenes y otros sonidos cercanos que también expresan violencia.



El altísimo número de mujeres asesinadas por sus parejas no deja de crecer. Afortunadamente, también las voces y los recursos están despertando y empezando a sumir su responsabilidad en los esfuerzos por erradicar la violencia contra las mujeres. Porque una sociedad que contempla la violencia doméstica con indiferencia es capaz de seguir igualmente con desinterés la guerra. La violencia se convierte en algo demasiado frecuente y constante en nuestras vidas y no acabamos de enfrentarnos a ella con el la paz, el instrumento más efectivo.



Este año resulta especialmente significativa la conmemoración de un día como el 24 de mayo. Casi lo podríamos orientar como colofón a los actos celebrados durante el fin de semana en Galicia con motivo de la Marcha Mundial de las Mujeres.



En Vigo se han realizado foros de debate, feria de exposiciones, conciertos y una gran manifestación el domingo; ha sido la sede de la movilización europea de la Marcha Mundial de las Mujeres para dar visibilidad a las alternativas que las organizaciones de mujeres proponen para erradicar dos de los más graves problemas que afectan a las mujeres de todo el mundo: la pobreza y la violencia.



Pero no son sólo las mujeres quienes sufren estas situaciones; sus consecuencias nos llegan a todos y a todas. A todos y a todas nos hieren, eso es lo que quieren mostrar este tipo de movilizaciones y de celebraciones.

La paz, la lucha contra la violencia en todas sus manifestaciones, es un objetivo global que debe regir todas nuestras actuaciones. Lo sabemos en el fondo de nuestro corazón, pero a veces es necesario poner fechas en los calendarios que nos los recuerden.





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