La Asamblea General de la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM) aprobó ayer una resolución de apoyo al Movimiento 15-M

La resolución saluda la eclosión de un movimiento asambleario, democrático, apartidista, no violento y que está optando por implantarse en los barrios como espacio natural para el futuro escenario de su desarrollo.

Las asociaciones vecinales federadas, reunidas ayer en Asamblea General, aprobaron al resolución que sigue:


"Si una palabra ha servido para definir el marco en el que hemos vivido estos últimos años, esta palabra es CRISIS.



Crisis política que tiene su síntoma
más claro en una creciente distancia entre los representantes y los representados, y en una creciente desafección por parte de la sociedad civil con respecto a “la política”.


Crisis económica, con violentas consecuencias sobre la vida de los sectores mayoritarios de la sociedad: 5 millones de parados y paradas; crecientes recortes en materia de derechos sociales y laborales; políticas de contención del gasto público y privatización de servicios esenciales...


Crisis medioambiental que, a medio plazo, hará palidecer las otras caras mencionadas ya que pone en cuestión la posibilidad misma de la vida en el planeta.

Estos tres aspectos de la crisis son la consecuencia del despliegue incontestado de un modelo de desarrollo que pone el beneficio económico desmedido como único principio y fin de la actividad humana.

En este marco, han tenido lugar también dos hechos que definen más concretamente la coyuntura política en la que nos movemos en la actualidad en la región de Madrid.

Por un lado, la concentración de poder municipal y autonómico acumulada por el Partido Popular tras las elecciones del 22 de mayo no tiene precedentes. Es más que previsible, además, que esta tendencia se vea rematada por la victoria de este mismo partido en las Elecciones Generales del próximo año.

El proceso electoral del 22 de mayo arroja un resultado que no sólo garantiza la continuidad de una gestión de la crisis basada en políticas restrictivas en materia de derechos sociales y democráticos, sino que refuerza esta tendencia hasta un nivel desconocido en la historia de nuestra ya no tan joven democracia.

A la luz de estos resultados podría deducirse que los gobiernos que se formarán tras las elecciones autonómicas y municipales y, más adelante, las estatales no van a encontrar ningún contrapeso para matizar siquiera los planes y medidas de ajuste a las que vamos a tener que enfrentarnos.

En la arena institucional puede que sea cierto, teniendo en cuenta que, en muchos casos estamos hablando de mayorías absolutas. Sin dejar de ser importante, sin embargo, éste no es el único dato, por lo demás previsible, que caracteriza el escenario al que nos enfrentamos.

El inesperado proceso de movilización desatado a lo largo de todo el país a partir de las manifestaciones convocadas por la plataforma Democracia Real Ya para el 15 de mayo han modificado de manera sustancial el entorno en el que nos movemos, que se muestra repentinamente fértil para la movilización social y la contestación ciudadana.

La desafección ciudadana parece no ser tanto por “la política”, sino por una forma determinada de entenderla.

Hasta hace apenas unas semanas, las asociaciones vecinales nos preguntábamos el porqué de la soledad en la que parecían caer a menudo nuestros intentos de movilización social y, con el conjunto de las organizaciones, señalábamos la poca capacidad de movilización para hacer frente a los recortes sociales.

Hoy, por el contrario, nos encontramos en un ambiente social de movilización, de innovación participativa, de exigencia masiva de más democracia. Asistimos al despliegue de una importante capacidad de iniciativa y de autoorganización por parte de un sector de la población que, hasta el momento, había permanecido invisible, en silencio y que hoy emerge con fuerza, haciendo gala de un sentido común, de unas capacidades comunicativas y de una disposición hacia la participación política que rompen con la imagen de pueblo adocenado y pasivo que se había ido imponiendo.

Parece, por tanto, que algo nuevo está surgiendo y que recoge además muchos de los planteamientos que hemos venido defendiendo durante años: la necesidad de una democracia más participativa; la reivindicación de políticas fiscales más progresivas... incluso la necesidad de extender las asambleas a nuestros pueblos y distritos como forma de organización generalizada.

Un movimiento que se va definiendo como asambleario, democrático, apartidista, no violento y que está optando por implantarse en los barrios como espacio natural para el futuro escenario de su desarrollo.

Resulta evidente que, como movimiento vecinal, compartimos no pocas cosas con esta nueva expresión de inquietud ciudadana. Es más, podemos considerarnos parte de esa corriente social y, por tanto, hacemos un llamamiento a toda la ciudadanía, tanto a las personas que forman parte de las asociaciones como a las que no, a incorporarse de manera individual a las asambleas de distrito y a participar en las actividades del movimiento, aportando su experiencia, sus ideas y sus capacidades.

Del mismo modo, entendemos que la fortaleza del movimiento y su consolidación a medio plazo es el mejor escenario que podemos esperar como movimiento vecinal organizado, en la medida en que supone también el surgimiento de un importante aliado con el que contar y junto al que caminar.

Por ello, el movimiento vecinal debe poner a disposición del movimiento, en la medida de sus posibilidades, los recursos de que dispone en cada zona para hacer posible dicha consolidación y extensión.

Llamamos a las vecinas y vecinos de la Comunidad de Madrid a sumarse a la movilización del 19 de junio, para, todos y todas, expresar nuestra más rotunda oposición a las políticas de recorte y dirigidas a hacer que las crisis la paguen los de siempre".

http://www.aavvmadrid.org/index.php/Noticias/La-Asamblea-General-de-la-FRAVM-saluda-el-movimiento-15-M
 
 
La Federación vecinal llama a la ciudadanía madrileña a marchar el domingo contra los recortes sociales.